Con relación a la COP28, la UNESCO presentó un informe sobre la ética de la ingeniería climática destaca los riesgos y oportunidades inherentes a las nuevas tecnologías de manipulación y modificación climática, proponiendo diversas recomendaciones para su investigación y regulación, entre las que recalca que las comunidades marginadas que se encuentran en la primera línea del cambio climático, así como aquellas poblaciones que están más expuestas, deben ser tomadas en consideración e involucrarse en las políticas sobre la ingeniería climática.