Banco Mundial advirtió que mientras que en los países de ingreso alto las empresas siguen incorporando soluciones digitales para agilizar procesos y aumentar la eficiencia, muchas firmas de los países de ingreso bajo y mediano carecían de computadoras o de conexión a internet, en particular las pymes.
Por ejemplo, entre abril de 2020 y diciembre de 2022, el porcentaje de microempresas (de cero a cuatro empleados) que invirtió en soluciones digitales se duplicó del 10 % al 20 por ciento, pero en el caso de las compañías grandes (más de 100 empleados), dicho porcentaje se triplicó, del 20 al 60 por ciento.
Asimismo, las aplicaciones locales descargadas por cada 100 en el caso de México repuntaron de 4.03 a 7.29 por ciento entre 2015 y 2022.
En ese contexto Asia oriental se ha ubicado a la vanguardia de las regiones en desarrollo, puesto que allí la proporción de empresas que invierten en soluciones digitales se cuadruplicó del 13% al 54 por ciento entre 2020 y 2022.
En otras regiones, a finales de 2022 menos del 30 por ciento de las empresas había hecho este tipo de inversiones, mientras que en América Latina y el Caribe repuntó al 29.8 por ciento.
En 2022, el 91 por ciento de los habitantes de los países de ingreso alto estaban conectados, mientras que en los de ingreso bajo, la proporción era del 26 por ciento.
Entre los países de ingreso bajo y mediano, los países de Europa y Asia central muestran mayor penetración de internet, con un 84 por ciento, mientras que de 77 por ciento en América Latina y el Caribe.
Aún más, el sector de servicios de tecnología de la información (TI), como el desarrollo de software y la consultoría tecnológica, creció dos veces más rápido que la economía mundial y creó empleos a una tasa seis veces mayor que la de la economía mundial.
No obstante, este crecimiento extraordinario fue sumamente concentrado: las seis principales economías (Estados Unidos, China, India, Japón, Alemania y Reino Unido) representaron el 70 por ciento del valor agregado mundial de estos servicios.
El análisis del Banco Mundial concluye que la medición de los avances digitales a nivel nacional, regional y mundial ayudará a los países a comprender mejor el progreso digital y a elaborar soluciones más eficaces que ayuden a cerrarla. "Las tecnologías digitales, como la IA, evolucionan a un ritmo vertiginoso, y debemos actuar con rapidez", observó.
Para aprovechar todo el potencial de la transformación digital en curso, hay que incluir a todos.